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jueves, 19 de febrero de 2009





No hace mucho me regalaste un libro, que según dijiste, estaba cargado de noches enteras, humo, y demás cosas que la memoria no me deja escribir. Un libro muy valioso para ti. Si. Recuerdo que me pediste que lo cuidara mucho. Lo llevo casi siempre conmigo, y mientras lo voy leyendo reconozco mucho de nosotros. Es raro, porque me río al leer las partes marcadas, yo también las hubiera marcado. Aunque encuentro otras que no marcaste y que yo no puedo evitar marcar. 
Tenemos miradas diferentes a veces, es cierto. Pero hoy simplemente quiero leerte este fragmento de "Rayuela"... Pienso en cómo sería eso de que "Jano es de golpe cualquiera de nosotros":
Mirar para ambos lados. El pasado y el futuro. El comienzo y el fin. Jano, Dios de los cambios y transiciones. Todas, imagenes y conceptos que me surgen en este momento. No lo se. Pienso en...
¿Queres que te lea Cortazar?... 


"...apenas nos separan unas horas y unas cuadras y ya mi pena se llama pena, mi amor se llama mi amor… Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y dí as y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose solapados a la cosa en sí , al presente puro, entristeciéndonos o aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario, la cara que mira hacia atrás abre grandes los ojos, la verdadera cara se borra poco a poco como en las viejas fotos y Jano es de golpe cualquiera de nosotros." (Rayuela (21), Julio Cortazar.


Ya es tarde. ¿Seguimos mañana? 



Viernes 20-02-09


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viernes, 13 de febrero de 2009

Del amor, la nostalgia y la melancolía...






La mañana




La casa esta vacía. 
Esa mañana llegué sin tomar conciencia que al abrir la puerta solo encontraría silencio y oscuridad. De golpe me ví envuelta en recuerdos no muy lejanos:  te vi durmiendo en la cama, desparramado, como en aquellos días de febrero. Miré tus ojos cerrados tratando de entrar en tu sueño, tal vez como una mariposa que danza a tu alrededor o como la luna que te alumbra y hace brillar tu corazón. Me acosté a tu la lado y mis manos te acariciaron suavemente. Vos dormías como un niño con sueño profundo y al sentir mi piel, abriste tus ojos claros, me saludaste con una sonrisa y un beso en la frente. Me dormí a tu lado. Y desperté. 
La casa esta vacía...nuevamente.









...







En el camino


Un día Salí a caminar. Caminé con pasos apurados y miradas perdidas,  en ciudades sordas por la abundancia de sonido. Donde la gente se encuentra  y desencuentra. Donde las personas se miran por única vez.  Donde no hay estrellas y la luna está triste. Conocí mi soledad y la de todos. Y fui por otros caminos.

Caminé con ojos cerrados y pasos tranquilos. En el mar y en las sierras. Junto al frio y el viento. Sobre piedras mojadas. Sobre el agua y la arena. Admirando el canto de los pájaros, dulce música para mis oídos. Bajo un cielo luminoso día y noche. Y vi todos los días las mismas caras. Caminé sonriendo, caminé con lágrimas en los ojos, caminé con ira y desilusión. Camine. Caminé siempre sola…

Todos vamos caminando y nuestros caminos se cruzan constantemente. Fue así como nos encontramos.  Entonces  sentí que ya no quería desviarme de tu camino, solo quería seguir caminando a tu lado. Mas allá de cualquier camino, se que una y otra vez volveremos  a encontrarnos; y descubrí que no importa el lugar por el que caminemos, no importa si hay piedras, agua, viento, sol o luna…Hoy, confío en mi mas que en nadie, y mi corazón me dice que todos los caminos me llevan hacia ti.






(Del Baúl de recuerdos amarillos. 
Escrito en Sierra de la Ventana, marzo de 2008)








jueves, 5 de febrero de 2009


Magia


(A Jorge)



No podía ser de otra manera
nuestro encuentro nocturno
como ese viaje sobre rieles
en el que dormimos acunados
por la suave música del tren.
La noche fué inmensa
como el mar del otoño;
húmeda, como la lluvia,
escenario de amor;
ambigua, como vos y yo.

Así...
en la ambigüedad de la noche
el beso tardío rompe el hielo del temor,
revive la magia que habia quedado guardada
en aquel baúl de recuerdos amarillos
y sella la unión de las almas
en el instante en el que renace la pasión
y comprendemos que no hay principio ni fin
La magia resurge
hasta de la más inmensa oscuridad.






01-02-09


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